Esta semana Pipirrana Kids nos sugiere hacer una de las rutas más bonitas de Cazorla, y la más visitada en el parque natural, es la Ruta del Río Borosa. Concretamente, la parte de la Cerrada de Elías, por sus bonitos paisajes durante todo el año.
Es más, el recorrido que remonta de forma suave, sin apenas desnivel, el cauce del río Borosa, afluente del Guadalquivir, está catalogado como una de las rutas de senderismo más bonitas de España.
El color de sus aguas, sus numerosas pozas y cascadas, un recorrido asequible incluso para niños, y sus numerosos puntos de interés geológico singular constituyen motivos más que suficientes como para animarse a realizar esta ruta.
Por si esto fuera poco, el punto álgido de la ruta es la parte conocida como ‘La Cerrada de Elías’, una variante de la pista de tierra que se convierte en sendero y permite recorrer, a través de pasarelas de madera entre paredes verticales, el pequeño y angosto desfiladero de 1,6 kilómetros que realiza el río en su jovial descenso. Es una parte de la ruta muy segura que no entraña riesgo alguno.
Calzado cómodo, abundante agua, crema solar (en este valle se concentra mucho calor) y abstenerse de bañarse en los sitios donde se prohíbe expresamente el baño.
El recorrido más habitual parte del aparcamiento del centro de visitantes, junto la piscifactoria de truchas, y discurre hasta el final de la Cerrada de Elías, hasta el punto donde el sendero de esta variante vuelve a confluir con la árida pista de tierra. Desde allí sólo queda volver al punto de partida.
Quien quiera “machacarse” o quiera remontar por completo el curso del río, también tiene la posibilidad de seguir por la pista a partir de este punto y emprender un exigente ascenso hasta el nacimiento del río Borosa. En este caso, hablamos ya de una ruta larga, de una excursión de día completo que exige estar en muy buena condición física.
No necesita mucha más promoción. Se vende sola.
La ruta de senderismo del río Borosa, incluyendo la variante de la cerrada de Elías, es algo que hay que hacer al menos una vez en la vida. Sin duda, una de las visitas y rutas imprescindibles en Cazorla.