Su término se localiza el techo de la provincia de Jaén (el pico Mágina, con 2.167 metros de altitud). Albanchez de Mágina es uno de los preciosos rincones de esta sierra mágica, con un centro histórico de traza medieval, al pie del Monte Aznaitín, el olivar, los almendros y los cerezos rodean esta encantadora localidad que remite sus orígenes, según los restos hallados en la Cueva de los Esqueletos, a la Edad del Cobre-Bronce.
El núcleo urbano de Albanchez debió tener su origen entre los siglos VII y IX, cuando la población campesina empleara la peña, bajo la que se asienta el pueblo, para buscar refugio. Hacia el siglo XI se construiría la muralla de la población, que entonces estaba por encima de la actual. De esta primitiva fortificación quedan los restos de una torre cuadrada.
Tras la conquista castellana se construyó el castillo sobre la peña. Tras la reconquista se produjo un aumento demográfico auspiciado por las medidas y movimientos repobladores, el desarrollo de una economía de marcado carácter agrario y la cría de perdices y palomas y de ganado cabrío, lanar y vacuno.
En el patrimonio de Albanchez de Mágina destaca su castillo. De origen presumiblemente cristiano, su construcción se hizo con argamasa y debió levantarse tardíamente, en la Baja Edad Media, a principios del siglo XIV, como alternativa a otro castillo musulmán del que apenas quedan restos. Fue declarado Bien de Interés Cultural en 1985. Del mismo modo, destacan la iglesia parroquial de la Asunción, de traza renacentista; la Torre del Reloj, del siglo XIX; la Fuente de los Siete Caños, del XVI; la Fuente de la Seda, fuente y lavadero público que da nombre a la zona donde se cultivaban las moreras (la producción y el comercio de seda, introducidos por los musulmanes, fue una de las bases económicas de Albanchez hasta el siglo XVIII); o el Museo de Cultura Tradicional, que recorre la vida cotidiana de la comarca.