Aldeaquemada, conocida como «la Perla de Sierra Morena», es un municipio rodeado por un paisaje que sobrecoge, te arropa con su belleza y permite alejarse de la inquietud que genera la rutina diaria. Se trata de uno de los núcleos de las Nuevas Poblaciones, fundadas en el siglo XVIII por Carlos III, aunque ahondando en el pasado, su primera ocupación puede atribuirse a la época de la prehistoria, como atestigua el hallazgo de algunos útiles en terrazas del Guarrerizas y por las muestras de arte rupestre.
Parece ser que Aldeaquemada se edificó después de incendiarse la Aldehuela y que su nombre alude a aquel siniestro. Pero, haciendo historia, se observa que su topónimo es mucho más antiguo. La localidad nació como cruce de caminos, fiel a esa función es la disposición de sus calles: urbanismo rectangular, de largos ejes rectilíneos. Aldeaquemada, es sin duda, la «Perla urbanística de Sierra Morena», por sus innovaciones urbanísticas de estructuración de las calles en ejes transversales que la dividen en cuadrículas y por la conservación de su trazado original, de ahí que se pueda considerar todo el casco urbano de la localidad como un monumento más. Las calles están perfectamente alineadas con los puntos cardinales, y la iglesia con el altar hacia oriente.
Entre sus edificaciones, destacan la Iglesia de la Purísima Concepción, la conocida como Casa del Cura, la Casa del Comandante o el Pósito de Diezmo y Labradores, ect. Aunque sin duda es su entorno natural uno de los aspectos más significativos de Aldeaquemada. Destaca sobre manera el paraje de La Cimbarra, una espectacular cascada de agua de unos 40 metros de altura que se encuentra a unos dos kilómetros del pueblo en dirección sur, tiene la categoría de Paraje Natural y permite disfrutar de un paseo inolvidable.