Pasear por la preciosa Sierra de Andújar implica adentrarnos en una maravilloso mundo repleto de fragancias, significa poder recorrer algunas de las fincas cinegéticas más importantes del país, conocer las frescas aguas del río Jándula o descubrir una de las romerías más antiguas y conocidas del mundo.
Se encuentra en la parte más occidental de la provincia, limitado al oeste por el Parque Natural de Cardeña y Montoro, pasando a la provincia de Córdoba, la naturaleza no entiende de divisiones políticas, ya que toda Sierra Morena constituye una gran unidad geológica así como una barrera que separa Andalucía del resto de España. Mientras que al este su perfil es casi recortado por el río Jándula. Su límite acaba ahí, pero la sierra se extiende alcanzando Santa Elena o Baños de la Encina.
Resulta imposible no maravillarse con la diversidad de nuestra provincia, cuando tenemos la ocasión de visitar uno de nuestro Parques Naturales más emblemáticos. Muchos son los peregrinos que cada año acuden a visitar a la Señora de Andújar, la Virgen de la Cabeza. En las faldas del Cerro del Cabezo podemos encontrar lugares realmente pintorescos entre los que destacan la Dehesa de Lugar Nuevo, el embalse del Encinarejo o el Mirador del Rey.
La morfología del lugar es singular, con numerosas y suaves lomas, es frecuente encontrarse algunas formaciones rocosas graníticas de redondeadas formas conocidas como “bolos” a los que se asemejan. Otra formación geológica característica de Sierra Morena y como no, de la Sierra de Andújar, son los berrocales. Se trata de algunos afloramientos de granito que han sido erosionados de forma química y mecánica, que lentamente crean bancos de arena
Ciertamente es un lugar mágico, que te atrapa con su abundante fauna y su esencia a jara y cantueso, sin embargo gran parte de este Parque Natural está poblado por numerosas fincas cinegéticas y cotos de caza, en consecuencia aparecen uno de los elementos más detestados por los senderistas, las vallas. Dejando este hecho a un lado, este paraje nos muestra todo su valor patrimonial en un entorno ya de por sí monumental.
Hay que tener en cuenta la importancia a nivel ecológico de esta gran extensión de bosque mediterráneo, intercalado con dehesas y zonas de pinar. Este ecosistema con gran abundancia de robles y sotobosque es el lugar perfecto donde se desenvuelve uno de los felinos más amenazados de Europa, el emblemático lince ibérico. Nuestro querido lince es todo un símbolo de cómo décadas de conocimientos y esfuerzos aunados han conseguido que su presencia sea de nuevo posible en numerosas comunidades autónomas.
Entre los diferentes caminos públicos que podemos recorrer por todo el Parque Natural, los más conocidos posiblemente sean el popular “Camino Viejo” que une Andújar con el Santuario de la Virgen de la Cabeza, lugar de destino de otros caminos como es el de Viñas de Peñallana, que discurre junto al Jándula por un precioso paseo desde el embalse del Encinarejo hasta el área recreativa del Jabalí. Una posibilidad más sería comenzar el camino en Marmolejo disfrutando de unas maravillosas vistas al inicio de la campiña cordobesa y el embalse del río Yeguas.
El Parque Natural Sierra de Andújar une lo mejor de dos provincias, siendo un enclave privilegiado en que se demuestra que es posible la convivencia del ser un humano con otras especies.