El quebrantahuesos, nuestro gigante de los cielos, una de las aves más amenazadas de Andalucía sigue gobernando el aire. Seguramente, no muchos hayáis escuchado hablar de este pariente de los buitres y es que a finales de los 80 llegó a desaparecer de los cielos andaluces.
Gracias a un gran programa de reproducción y reintroducción, ejecutado con gran maestría por el “Centro de Cría del Quebrantahuesos”, en el Parque Natural de Cazorla, Segura y las Villas, podemos seguir disfrutando de esta curiosa ave, con esa cola en forma de rombo tan característica. Y digo curiosa, porque personalmente muchísimos aspectos de ella atrajeron mi interés.
Su comportamiento es curioso, ya que poseen una vista excepcional, aprovechan las corrientes, para coger altura y desplazarse enormes distancias, sin gasto energético. Se alimentan principalmente de huesos, que en ocasiones lanzan contra piedras planas para romperlos y tragarlos. Se dan baños de barro para tener esa coloración anaranjada en el pecho y las patas. Su nombre (Gypaetus barbatus) proviene precisamente de esas barbas tan características que presentan machos y hembras.
No podía dejar de recalcar la importancia de tenerlos ecológicamente, ya que junto el resto de buitres y muchas otras especies, se encargan de mantener el bosque limpio, eliminando cadáveres, evitando que se extiendan enfermedades y mejorando el estado fitosanitario de nuestros montes. El quebrantahuesos, uno de esos miles de regalos que nos da Jaén.
Texto: Francisco Castellano, guía de la naturaleza Vadilleros
Fotos: Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos y SEO